Corro hacia un lugar donde no haya nada ni nadie, hacia la soledad, sin pensar solo por la inercia de la libertad.
La voz que escucho, la de mi alma, cansado y saturado, por la necedad de miles de cerebros desbocados cargándose el mundo de mis pies, destruyendo la naturaleza de lo real irreal..
El alma me pide lo que el cerebro me priva y el corazón me esconde, una necesidad vital, para poder sobrevivir en un mundo no apto para la vida, donde las palabras sientan como bombas, y donde no cabe ningún pensamiento hacia el camino de la imaginación.
Necesito razonar un mundo que ya no tiene razón de ser, que solo esta gobernado por los señores de lo imposible.. donde la siguiente prohibición que habrá sera la vida.
Voy a correr por el mundo hasta conseguir perderme, y cuando me pierda me encontrare, y ahí es cuando empezare a vivir.
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